jueves, 27 de mayo de 2021

A mi querida y amada pichurrina Gris Canela.

 

A mi querida y amada pichurrina Gris Canela.

   Quiso nuestro Señor que llegaras a mí con apenas cumplido un mes y medio, aquella mañana de primavera del 2020 cuando  sentí el eco de tu aullido desde mi cama, me levante y al abrir la puerta comencé a buscarte, allí estabas llamándome con tus ojitos tapados por las lágrimas derramadas de tus auxilios desesperada, apenas pusiste resistencia cuando te cogí entre mis manos y te lleve al baño, limpie tus lindos ojos y tu cuerpo delicado, tenías tanta hambre que dejaste el cuenco limpio, luego te escondiste en un rincón de la casa a la espera de tomar más confianza.

      Cuando regrese de mis compras te encontré dormida sobre los cojines y te contemple por un rato, cuando abriste los ojitos me miraste y perdiste el miedo, te acaricie y comenzaste  con tu rumrum de tranquilidad, le pedí a nuestro señor que te cuidara y que compartiría  mi sustento y que cuidaría de ti todo el tiempo que nuestro señor nos diera.
 

Pronto empezaste a recorrer la casa, y conociste a Yazmina la gatita siamesa y a Pichurri el machote, te observaban en cada movimiento, pues era él bebe más pequeño que entraba en la casa. En la siesta Yazmina te acorruco entre su cuerpo y ya no te separarías de ella, Pichurri como era el mayor solo te observaba y no le importaba que jugaras con su cola.


   Pasaron los días viendo tu felicidad en tu nuevo hogar, tenías un hambre tan voraz que te comías hasta la parte de tu amiga Yazmina. No pasaron muchos días cuando tuvimos un nuevo invitado, unos aullidos desde el patio llego a mis oídos y me apresure a buscarlo, un lindo cachorrito negro me llamaba desde la escalera, no opuso resistencia y lo tome entre mis manos, le lave sus ojitos llenos de pus y lo bañe, pronto se hicieron amigos y jugaban al correr que te pillo, ambos tenían la misma edad, es posible que vinieran de distintas colonias huyendo, se perdieron y entraron en el edificio hasta llegar a mi casa.


     Pronto llego el invierno y con los fríos se acorrucaban bajo la mesa al calor de la estufa, y  en la noche dormían a los pies de mi cama, antes de dormirse se me acercaban para que les acariciara, mi gatita Gris Canela tenía la costumbre de mordisquear la oreja de Yazmina, cosa que no le gustaba y se mosqueaba riñéndole, pero juntos pasaban el día jugando y lavándose unas a otras.





     Al cumplir el año tuvo su primer celo junto al Pichurri negro, no paraban de montarse en el juego del amor, yo desde un principio no supe que el gatito negro era macho y lo tome como una hembra, por lo que no tome inconsideración sus juegos amorosos, hace solo unos meses al acariciarlo por sus partes supe que se trataba de un macho, como es tan negro no note sus partes salientes.



  En estos días de celos los felinos rondan las azoteas buscando calmar sus deseos de amor, y es posible que sin que yo lo advirtiera mi gatita Gris Canela la montara uno de estos machos, paso un mes y me di cuenta de su preñez, con una caja de cartón le prepare su camita para cuando llegara el momento, pero aun no había terminado su siclo cuando aquella madrugada hoy sus lamentos, me levante y vi que había parido un gatito negro muerto, vi que se trataba de un aborto, estuve toda la noche con ella para ayudarle, un tiempo después comenzó a salir el segundo también muerto pues se le quedó atorado a la mitad y tuve que ayudarle.




  Terminado el parto lo limpie todo, pero su tristeza fue tanta que no salió de su caja en un mes, sus pecho estaban llenos de leche que poco a poco fueron remitiendo, su depresión pos parto me entristeció mucho, la cuide y le di todo el cariño del mundo con el amor que le tenía, pronto se recuperó y comenzó un nuevo estado de felicidad. Pasó el invierno y con la nueva primavera su felicidad se desbordaba jugando  con sus amigas, tomaba el sol de la mañana junto a la reja, a mi llegada corría a mi encuentro para saludarme con su rabito empinado rozándome los pantalones con su especial rumrum.


Con la primavera se fue una amiga y vecina que tanto quise y compartí sus últimos años y sus últimos días, con la primavera también se marchó mi gatita Gris Canela  a la que tanto he amado, en solo unos días tu enfermedad no pudo remitir y nuestro señor aquerido que partieras a tu nuevo hogar, tu partida entristece nuestros corazones pero doy gracias a nuestro señor por acercarte hasta nosotros y darnos tu amor y cariño, tus amigas están tristes al llegar la mañana y no estas junto a ellas, a mí me dejas con el corazón roto  y un mar de lágrimas que no puedo parar desde tu partida el 25 de mayo de este año tan triste para todos.

Tu cuerpo descasa en la tierra de un lago hermoso junto a nuestra cárcava, el lago de los patos como yo le llamo, pues hace algunos años esta pequeña laguna llena de juncos se llenaban de patos, un lugar tranquilo donde descasara tu pequeño cuerpo, el susurro del viento y el cantar de los pájaros te acompañaran en este sueño  que llevara tu alma junto a nuestro señor, y que ya estarás eternamente en ese jardín donde tu felicidad será completa junto a nuestro amado.

 




Ahora solo me queda esperar cuando nuestro amado nos reúna en el último día y podamos estar juntos de nuevo, mientras tanto cuidare a tus amigas y te recordaremos desde nuestro corazón siempre, porque nos diste tu amor tu cariño y nos insiste muy feliz en tu corta estancia en nuestra casa. Hasta pronto mi pequeña amada pichurrina Gris Canela.




Hasta pronto mi pequeña amada pichurrina Gris Canela.


No hay comentarios:

Publicar un comentario