El mes de mayo parece que está poniendo aprueba mis emociones, hoy he vuelto a enterrar otro de mis gatitos, mi pichurri negrito de pelitos de terciopelo, compañero de la misma edad de su amiga gris canela que nos dejó hace apenas tres días, a los dos les recogí con apenas un mes y medio en la puerta de mi casa, los lave y les di de comer y les entregue todo mi cariño.
Mi pequeño negrito tenía un lucero pequeño blanco en mitad de su pecho junto a su corazón, tenía una tierna mirada de felino y al final de su rabito, el último hueso lo tenía doblado igual que su compañera siamesa Yazmina, era el más cariñoso junto a Yazmina, siempre estaba lavando a los cachorros y jugando con su amiga Gris Canela. En estos años de soledad, nunca me sentí solo, su compañía era mi felicidad, era y es mi familia gatuna, pues todavía me quedan tres más, una de ellas es la más vieja de la colonia que ahora vive con nosotros y que pronto será mama de nuevo, espero encontrar adopción para los tres que tengo de apenas tres meses y que son adorables. Espero que mis emociones no se alteren más de lo normal, si no mi corazón va a dejar de latir por amar tanto, que sea lo que Dios quiera, pues a el pertenezco y a él he de volver, le doy gracias por todo lo que meda, él es el amor que persigo porque él es el misericordioso y el compasivo y me vuelvo a él a pedirle de su bondad infinita que en el último día me reúna con mis mascotas y podamos estar juntos eternamente con el amor de su presencia.
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